Mi experiencia personal:
Hoy me gustaría contar un poco como es la experiencia de vivir con audífonos; La sordera es una discapacidad, poco visible, no podemos compararla a ninguna otra que exteriormente se manifieste. Es por este motivo, que quizá causa un poco de vergüenza admitirla. Y en este punto me encontraba yo, mi día a dia era intentar disfrazar mi sordera, engañarme a mi misma pensando que no era tan grave. Mis hijos me chillaban yo les echaba la culpa a ellos. En definitiva era un día a dia, en el que no quería admitir mi enfermedad.
Como he dicho antes, es complicado, al principio no te das cuenta de que no escuchas bien lo ves como algo normal, pero en el fondo sabes que no lo es. Tienes que poner la televisión más alta de lo normal y cuando te hablaban por teléfono, no entiendes bien en muchas ocasiones.
Lo que haces inconscientemente es fijarte en los labios y los gestos cuando te hablan, eso te ayudaba a entender lo que te están diciendo.
Llegue a ir al Otorrino y me hicieron una audiometría, me dijo:
Escuchas poco, pero ven el año que viene y te miramos
Me mandó a casa, y me dijo:
Si te quieres gastar 3000 € por cada audífono, adelante, pero yo de ti me esperaría a que vaya a peor
Salí de la consulta y pensé, que era mucho dinero y no podía pagarlo, entonces deje pasar el tiempo.
Llego el día en qué conocí a una persona maravillosa: A mi Príncipe. Él se dio cuenta de que algo no estaba bien, mis hijos me gritaban, la televisión alta y muchas más cosas que para él eran evidentes.
Me dijo que no escuchaba bien, y que había que solucionarlo, yo le pregunté como.
y su respuesta fue contundente:
pues vamos a donde haga falta.
Fuimos a varios centros auditivos, me hicieron varias audiometrías, la perdida era aún más de lo que me había indicado el médico y me daban un presupuesto bastante más alto de lo que esperaba.
Yo me quedé apagada, ya no quería solucionar el problema y por un momento tiré la toalla.
Pero buscando y buscando e informándome, (aunque hay poca información) encontré un centro auditivo en Barcelona.
Nos pusimos en contacto con ellos y se encargaron de financiarme el audífono para poderlo pagar en cuotas cómodamente y sin problemas.
Me preguntaron acerca de las actividades que realizaba en el día a día y tambien en mi Ocio. Me recomendaron un audífono de gama media/alta, elegí color y a la semana ya los habían recibido en el centro auditivo.
Viajamos hasta Barcelona y sin ningún problema me realizaron todas las pruebas, me explicaron el funcionamiento de los audífonos y programaron los audífonos para adaptarlos a mis necesidades. Tambien me comentaron que si había que realizar un ajuste posterior, lo harían vía Internet, ya que nosotros vivimos en Valencia.
¡Y Maravilla! Salí con mis audífonos escuchando todo lo que decía la gente y el ruido de al rededor que hacía tiempo que no escuchaba (ya ni me acordaba).
Sentí una emoción muy grande.
La verdad es que no me costó nada adaptarme a los audífonos, al principio fue raro tener algo en el oído todo el día, pero finalmente me acostumbre a ellos.
Es un alivio no tener que preguntar una y otra vez que te han dicho, incluso muchas veces respondía que si por no preguntar otra vez, ya que me daba vergüenza que se rieran de mí.
Y desde entonces…
He podido ir a conciertos, al autocine, al teatro (fuimos ver GHOST espectacular), a Bailar.
Una pasada, sí bien es cierto que en algunas situaciones tienes que bajar el volumen, como en la disco móvil (si no te vuelves loca jajajaja).
Para ver fuegos artificiales es precioso, no molesta a pesar de lo que puedas creer. Ver y escucharlos a la vez me hizo mucha ilusión.
Si no escuchas bien sólo lo sabes tú. Si tienes síntomas mi consejo es que acudas a un centro para que te realicen un diagnóstico,Yo fui a cuatro centros auditivos diferentes y me ha cambiado la vida encontrar unos audífonos que se adaptern a mis necesidades.
Con este artículo, sólo quiero animaros y que nadie os diga, que es barato o caro el precio de los audífonos.
El dinero no es lo importante, sino poder escuchar a la gente que te quiere. El poder escuchar con claridad, no tiene precio.
Con cariño: